
Llevo un verano muy intenso, mucho trabajo, mucho viaje, mucha música, nuevos retos y responsabilidades. Nadie se cuestiona que me apunto a un bombardeo, pero desde hace un par de semanas la cosa ha ido a más y me estoy cogiendo unos líos de hasta las mil to2 los días y lo que es todavía más sorprendente son las castañas que me pillo (castaña y otras veces colocones, que no sé qué será peor, pero por supuesto no es lo mismo, y el que no lo entienda que se joda).
Pocas veces en la vida habrá tenido alguien el placer de verme borracha, el alcohol y yo nunca nos hemos llevado demasiado bien, por eso me llama tanto la atención mis castañas diarias.
En mi afán por descubrir el porqué de todas las cosas y por psicoanalizarme compulsivamente (a los demás sólo es de vez en cuando, lo juro) , he hecho el siguiente planteamiento (en formato lógica proposicional) si mi vida en estos momentos es de lo más fenomenal (por lo menos en teoría) y además estoy siempre rodeada de un montón de gente igual de fenomenal o más, porqué me siento mal, sola y con una angustia que se puede cortar con cuchillo?
Pues no lo sé . . . bueno miento como una asquerosa, sí lo sé, pero el tema es que necesito estar castaña para para que mi angustia quede reducida a una expresión más pequeña, así que veo el fantasma de Sue Ellen rondando por encima de mi cabeza, y era lo que me faltaba de todas todas. . .
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